Amor en tiempos del cólera
(Mensaje denotado)
Corría e siglo IXX tiempo en el que surgía una historia de amor, la cual resulta de una mirada, una mirada muy profunda que hizo despertar una llama de amor obsesivo que trajo consigo la desesperación y desconsuelo de un joven telégrafo invadido por esa inexplicable sensación que aunque pasen los años y los siglos no pasara de moda, esas mariposas en él estomago que lo hacen tocar el cielo, si, el amor.
Paisajes hermosos, casas típicas de la época, ropa humilde y lujosa daban la idea de una Colombia sumida en el contraste, clásico en América, de los dos polos opuestos la riqueza y la pobreza, lo lujoso y lo inhumano, signos elementales que separan nuestras clases.
Fermina y Florentino es el nombre de aquellos dos enamorados que se atraen mutuamente, de esta atracción nace un constante correo que pretende luchar contra las clases y contra el padre posesivo de la joven, la sirvienta es cómplice de aquel amor que auque a escondidas se había mantenido vivo
El ocaso de este juego prohibido empieza con el descubrimiento de aquellas cartas repletas de mensajes amorosos. El criador y comerciante de mulas padre de la muchacha prohíbe la relación amorosa entre estos pues la falta de una posición ante la sociedad y la falta de dinero impendían que aquel hombre pudiera entender este romance.
Fermina es llevada muy lejos, al interior de la selva, pasando por bosques, pueblos y demás cualidades dignas de una bellísima campiña, pero auque ese mundo verde era hermoso encerraba la desilusión de una pareja que antes de separarse se prometió amor eterno y esperar hasta la muerte por volverse a ver.
Los años pasaron y la guerra civil fue el escenario de aquel desgaste de arena que pasaba de un lado a otro sin piedad, la peste de cólera también fue acompañante de aquel conflicto armado que fueron fieles testigos de aquella separación y del sufrimiento de aquel joven lloroso, que ante el dolor dejaba escapar palabras de su alma.
La espera terminó y Fermina vuelve a la vida de Florentino para secar aquellos ojos soyozadores que anhelaban tanto la presencia de su diosa coronada como solía llamarla el joven telégrafo, la tristeza había envejecido a aquel joven. Florentino al verlo con este nuevo aspecto rechazó a aquel que le había prometido amor eterno
El joven rechazado no se rindió y siguió luchando por aquel gran amor. El supuesto cólera adquirido por Fermina jugo el papel de hacer aparecer al nuevo pretendiente, de clase alta, a la vida de aquella moribunda pues su salvador y